La inflamación es la reacción natural del organismo ante una lesión o una infección. El tejido afectado se hincha, se enrojece, se calienta, se vuelve sumamente sensible al tacto y duele. Cualquier órgano o tejido del organismo, interno o externo, se puede inflamar. La inflamación interna suele ser causada por infección bacteriana; no obstante, problemas de salud como artritis o alergias también pueden causar esta clase de inflamación. Aunque la inflamación externa suele ser resultado de una lesión, las infecciones, las alergias y otros factores pueden producirla o agravarla.

La artritis bacteriana, que produce inflamación dolorosa de las articulaciones, se asocia por lo general con una infección en otra parte del cuerpo, como los pulmones, los riñones o la vesícula biliar.

Los métodos tradicionales para aliviar la inflamación son colocar la parte afectada de manera correcta (entablillándola, si es necesario), aplicar calor y/o hielo (Terapias de calor y frio), tomar analgésicos junto con suplementos nutricionales (Como: Vitamina C, Bioflavonoides, Zinc y enzimas) y descansar mucho.

El 75% de su dieta debe consistir en alimentos crudos. Beba abundantes jugos y tés de hierbas. Todos los días como piña fresca. Este es uno de los mejores remedios que existen para el edema y la inflamación, y reduce el dolor y la inflamación en un lapso de 2 a 6 días. Únicamente la piña fresca (no enlatada) es eficaz.

 

Phyllis A. Balch. (2000). Recetas Nutritivas que curan. New York: AVERY.