El pimiento es uno de los alimentos que mayor cantidad de vitaminas contiene. Al poder tomarlo en crudo, o con un ligero cocinado, permite conservar intactas las vitaminas hidrosolubles que se suelen perder con el cocinado. Es rico en fibra, en folatos y antioxidantes, sobre todo en vitamina C. Imagina que beneficios puede aportar al cuerpo si lo mezclamos con Quinoa en esta siguiente receta:

 

Ingredientes:

  • 4 Pimientos de color medianos (o 4 pequeños)
  • 50 g Quinoa
  • 1-2 cdas Queso Parmesano
  • ½ cdita. Orégano seco
  • Albahaca al gusto
  • Ajo granulado
  • Pimienta negra molida
  • Queso para gratinar
  • 400 gr Tomates
  • 1 Cebolla dulce
  • 1 Diente de ajo
  • 2 Zanahoria
  • Azúcar
  • Pimienta negra molida
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra

 

Preparación:

  • Para la salsa: Escaldar y pelar los tomates, sacando la carne y desechando las semillas. Picar la cebolla, el ajo y las zanahorias. Pochar las hortalizas con aceite de oliva, añadir el tomate y mezclar bien. Salpimentar y cocer unos 30 minutos. Remover de vez en cuando y ajustar la textura al gusto. Corregir la acidez con una pizca de azúcar, en caso de ser necesario.
  • Precalentar mientras tanto el horno a 220ºC, lavar los pimientos y asar entre 8 y 10 minutos, dándoles la vuelta a mitad del tiempo, hasta que se ablanden un poco. Vigilar bien que no se asen demasiado, deben seguir firmes por fuera. Dejar enfriar. Bajar la temperatura a 180ºC.
  • Lavar la quinoa y poner a cocer en abundante agua hirviendo durante 10 minutos. Escurrir y enjuagar con agua fría, procurando sacar toda el agua posible. Disponer en un plato y mezclar con la salsa de tomate ya preparada y el queso. Añadir un poco de pimienta negra, orégano, albahaca y ajo granulado al gusto.
  • Cortar los pimientos por la mitad, longitudinalmente, desechar el agua, los filamentos internos y las semillas. Colocarlos en una fuente ligeramente engrasada con aceite y rellenar con la mezcla de quinoa y salsa de tomate. Cubrir con una cantidad generosa de queso rallado y hornear hasta que el queso se haya derretido y el relleno burbujee un poco.