El cuerpo nos da constantemente señales si algo está fallando, lo mismo que ocurre con el coche cuando está averiado. Es preciso escuchar estas llamadas para poder reparar a tiempo los desequilibrios internos. En el siguiente artículo podrás conocer los más extraños signos de que te faltan vitaminas, así como también un detalle de las señales del déficit de cada una.

Hoy en día, con la dieta que solemos llevar, es muy difícil cubrir todas las necesidades de vitaminas que el cuerpo precisa a diario. No comer lo suficiente por estar siempre haciendo régimen es otra de las causas por las cuales nuestros niveles de vitaminas están muy por debajo de lo ideal.

¿Qué pasa cuando nos faltan vitaminas?

Según los médicos, no consumir vitaminas a diario no causa enfermedades en sí, pero “prepara el terreno” para que estas aparezcan. Es decir, que el cuerpo tendrá problemas para cumplir con sus funciones. Las vitaminas actúan como cofactores de todas las reacciones que ocurren en nuestro organismo. Cuando estas vitaminas se ven dañadas o deterioradas, el cuerpo se puede manifestar de maneras más que extrañas. Y es preciso prestar atención a ello.

Carencia vitamina y sus consecuencias

Vitamina A: Su falta conlleva cansancio, mala visión por las noches, mal estado de la piel y los dientes, facilidad para enfermarse y encías sangrantes.

Vitamina B: En el caso de faltar la vitamina B1, los síntomas son insomnio, fatiga, debilidad, poca fuerza muscular, depresión, irritabilidad, pérdida de peso, problemas gastrointestinales y cardíacos.

Carencia de vitamina B2: ojos enrojecidos y doloridos, llagas en boca y lengua, pelo graso, dermatitis y pereza.

El déficit de vitamina B3: provoca dolor de cabeza, falta de energía, mal aliento, nerviosismo, úlceras, falta de apetito y problemas gastrointestinales.

Vitamina B5: sentiremos calambres, cansancio, pies ardientes, arritmia cardíaca, ganas de vomitar y problemas para dormir.

La falta de vitamina B6 provoca: insomnio, anemia, problemas en la piel, caída del cabello, calambres y retención de líquidos.

Vitamina B12 causa: cansancio, diarrea, problemas de equilibrio, depresión, falta de apetito, inflamación de los nervios y dolor en lengua y boca.

Vitamina C: Cuando no tenemos esta vitamina se traduce en problemas para cicatrizar las heridas o las fracturas, sangrado de nariz y encías, articulaciones dolorosas e inflamadas, problemas digestivos, anemia y capacidad de formar moretones.

Vitamina D: Su déficit causa fragilidad en los huesos y problemas para soldarse, raquitismo, caries, cálculos renales, debilidad muscular y mala absorción del calcio.

Vitamina E: La carencia de esta vitamina provoca anemia, degeneración cardíaca, problemas de fertilidad y nerviosos, reflejos disminuidos, dificultad para mantener el equilibrio y para caminar.